Andar por el Jardín - Valmore Muñoz Arteaga (2024)
Escribir es caminar, más bien, peregrinar. Escribir es peregrinar. ¿Qué significa peregrinar? La palabra deriva del latín per ager, que significa “a través de los campos”, o per eger, que significa “cruce de frontera”: ambas raíces señalan el aspecto distintivo de emprender un viaje. Otros señalan que significa “andar por tierras extrañas”. También encontré que significa “andar por el jardín”, y esta última es la que me gusta más. No sé si será la más correcta, o la que más se aproxime a su significado originario, pero es la que me gusta más. Aunque, si lo vemos bien, creo que atinaremos en pensar que estos significados no están tan alejados unos de otros.
Escribir es cruzar una frontera,
quizás más de una. También significa andar por tierras extrañas, pero indudablemente
es andar por el jardín. El jardín constituye una figura simbólica en cuya
caracterización histórica confluyen tradiciones literarias, filosóficas y
religiosas. El jardín es como un corazón: centro donde todo se congrega.
Escribir es andar por el jardín, es decir, es caminar hacia el centro, nuestro
centro, allí donde nacen las palabras entre susurros y silencios, justo en la
frontera donde puede ser nombrado.
Viajar hacia nuestra intimidad,
pero, al mismo tiempo, es viajar hacia la intimidad de las cosas entrando en el
interior de nosotros mismos, conscientes o, quizás, con cierta consciencia, de
que lo que llamamos bello en cualquier cosa sensible no es sino la realidad
invisible que trasparece en ella. Algo como esto pensaba Plotino, pero yo,
realmente, estoy pensando en un jardín. Ocurre entonces algo maravilloso que
explica de la siguiente manera: «el alma no podría ver la belleza si antes no
se hiciera bella ella misma». Lo cual nos invita a purificar la mirada y
aprender a ver.
Escribir es dejar constancia de
ese viaje hacia el jardín que hermosea nuestra alma, nuestro centro, nuestro
corazón. Un viaje que, además, trazamos en silencio. Escribir es viajar a
través del jardín en silencio. El silencio adviene a su plenitud en razón de
que de su seno nace la palabra; solo a través de la palabra recibe sentido y
dignidad. A través de la palabra el silencio pasa de lo salvaje, de lo
prehumano, a lo ya humano. El contemplador de lo divino se hace divino y, desde
el silencio originario, balbucea las palabras con las cuales describe cada paso
tejido hacia el jardín.
Este libro cuyo nombre es Andar por el jardín: Nuevos apuntes, recoge ese viaje o, parte del viaje de un año. Parte y no todo, ya que, hay pasos de ese camino que se quedan en el misterio, que nacen del misterio y en él se quedan, que están allí, en mí, en mi intimidad y que, luego, misteriosamente, son revelados. Así que, quizás, estos apuntes sean revelaciones de misterios pasados que quedan plasmados aquí con la finalidad de que Dios haga lo que tenga que hacer con ellos en tu corazón. Este ha sido, en todo caso, los registros de lo que fue mi viaje en 2024 que espero te ayuden, te sirvan de algo, como me ha servido a mí escribirlos. Paz y Bien, a mayor gloria de Dios.
Voy a colgar un link de descarga
con mi libro más reciente, un libro que los toca a ustedes de alguna manera. En
ese link lo pueden descargar gratuitamente. Sin embargo, también colocaré tres
mecanismos para recibir una colaboración (como si lo estuvieran comprando). El
precio es de 15 dólares o, repito, o lo que tengas a bien ofrecer. Si Dios lo
permite, podría solventar la situación o dejarme muy cerca de hacerlo. En todo
caso, lo habría intentado. Pues eso, luchar con dignidad frente a tanta
injusticia...
Mecanismos para colaborar:
PARA COLABORAR ECONÓMICAMENTE
Banco Mercantil (Cuenta
corriente) 0105-0265-9112-6508-2952 Cédula de identidad 11393831
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Zelle: bettopuerta@gmail.com (Jesús Portillo)
Descargar el libro: Andar por el Jardín. Nuevos apuntes
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